Transmite en sus palabras lo que demuestra en persona; sereno, amistoso y reflexivo contó que es su deseo “que el acuerdo de Itaipú siga siendo beneficioso para los dos países”, principal motivo por el que fue llamado a ocupar este cargo.
El nuevo embajador del Brasil en el país Flávio Soares Damico probablemente tenga frente a sí uno de esos desafíos con los que sueña un diplomático de carrera, por haber sido elegido representante del vecino país en Paraguay en medio de un tiempo histórico para el destino de ambas naciones, rumbo a la negociación del Anexo C del Tratado de Itaipú en el 2023, tras 50 años, tal como se estipuló en 1973.
¿Cuáles cree que son las prioridades que tiene como embajador en esta etapa que le toca asumir?
Paraguay es uno de los países muy importantes para Brasil, así como Brasil lo es para Paraguay. Esto se da porque el relacionamiento bilateral tiene muchas y distintas áreas de interés; la actividad es bastante más intensa, por la cercanía y porque los problemas son comunes y hay una familiaridad en los temas que nos afectan.
¿Por qué cree que fue elegido?
Claramente no fue porque tengo ojos azules (risas). Considero que es porque tengo determinado perfil; con 34 años de carrera puedo citar entre otras una experiencia multilateral con misiones en las Naciones Unidas de varios años, me tocó estar en la embajada en Montevideo; también participar en las negociaciones dentro de la Organización Mundial del Comercio por la región, con eminentes diplomáticos paraguayos como Juan Ángel Delgadillo, (hoy embajador paraguayo en Brasil), Federico González (embajador y ministro asesor de la Cancillería del gobierno) y Didier Olmedo.
¿Qué potencial de integración que tienen para aprovechar ambos países?
Un área común de ambos es la de los mercados agrícolas, en la que los dos países tienen una competitividad muy importante. Incluso existe mucha similitud en cómo se realiza la producción de soja en el campo de los dos lados.
Diría, por ejemplo, que el maíz de aquí puede ser muy importante para la alimentación de pollos y cerdos de Santa Catarina, y como ese hay muchos casos que se pueden dar. Me gustaría trabajar en lograr más acercamiento e integración ante desafíos muy importantes que existen, como el control de la frontera, y en temas complejos que es necesario resolver de a dos, como el transporte, la comunicación y la energía.
Dentro de su política de crecimiento, ¿qué acciones tomará Brasil que involucran a la región y a Paraguay?
En términos económicos estamos aplicando una política de liberalización muy importante, y en ese sentido el desafío que se tiene actualmente es generar las condiciones económicas para aumentar la capacidad productiva en Brasil.
Tenemos problemas serios con el precio de la energía, que hace que toda la producción sea poco competitiva aún, pero se están evaluando proyectos para traer gas SECOM de la cuenca del presal, y a eso se suma un plan de privatización de empresas estatales, entre ellas Eletrobras, que nos ha demorado con respecto a lo que va a ser la negociación del Anexo C del Tratado de Itaipú en el 2023.
Dicho sea de paso, leí diarios de aquí que dicen que (ustedes) están atrasados, sin embargo, mientrasParaguay ya forma el equipo negociador, en Brasil aún no hemos concluido con los procesos internos.
¿Cuáles son las acciones prioritarias que usted en representación de Brasil va a acompañar en nuestro país?
Nuestro país está en un proceso de tomar medidas económicas que permitan acercarnos a Paraguay; su gestión macroeconómica para el control de la inflación, el interés bajo, el equilibrio fiscal y su estabilidad, hacen que sea un paraíso para las inversiones brasileñas.
Vamos a acompañar a que se siga desarrollando este modelo y a quienes quieran invertir aquí. Además de replicarlo en nuestro país para generar las condiciones y que la industria y toda la economía brasileña siga aumentando su producción.
Veo positivo del modelo paraguayo la poca burocracia, el bono demográfico, los bajos costos laborales y costos tributarios simples.Sobre el beneficio de las reglas deMercosur que permiten llevar productos con libre arancel a Brasil, creo que hay mucho potencial que se puede trabajar en ese punto con miras a la integración y formación de cadenas de valor.
¿Cuál va a ser su participación dentro de las negociaciones por el Tratado de Itaipú?
No me va a tocar ser parte de la negociación, pero sí voy a estar como asistente, oyente y explicando todo para ambos lados, y dialogando todo lo que sea necesario con cada uno. Se tiene percepción de la enorme importancia que tiene Itaipú para el Paraguay, y que eso hace que esté abierta asimismo a una politización muy grande.
Hoy existe una caída en la confianza de la opinión pública, y estoy aquí justamente para trabajar en mejorar eso.
¿Cuál es la postura de Brasil en este tema o la expectativa que tiene para lo que será el nuevo acuerdo?
La negociación no puede resumirse como un partido en el que hay un alargue o luego penales y uno de los dos debe ganar sí o sí. Debemos mirar a la hidroeléctrica como un símbolo de integración bilateral que ha generado resultados positivos para ambos países a lo largo de más de 50 años.
Hay que pensar en qué hubiera pasado si no existiera; seríamos más pobres. Sin embargo, hoy es una empresa autosuficiente, generando riqueza y capaz de generar energía limpia. Es uno de los pocos casos de emprendimiento binacional exitoso, y totalmente pagado antes de 2023.
¿Cuál será la estrategia para llegara buen puerto para los dos países?
Va a ser necesario tomar un punto de negociación común, ya que existe una percepción y expectativas distintas; debemos hallar la“zona de aterrizaje” en que hay puntos de encuentro y visiones similares, y a partir de esas semejanzas avanzar.
No nos interesa un acuerdo que no pueda ser ratificado por los parlamentos de los dos países, o que uno de los dos salga perdiendo; no se trata de eso. Personalmente creo necesario aportar calma y reflexión, y no actuar solo por pasión.
Flávio Soares Damico
Es embajador de Brasil en Paraguay desde diciembre de 2019. Nació en Porto Alegre, Río Grande del Sur. Es Licenciado en Ciencias Económicas por la Universidad Federal de Río Grande del Sur, con posgrado en Economía por el Centro de Estudios y Pesquisas Econômicas (IEPE).
Ingresó en la Carrera Diplomática en 1987. Sirvió en la Misión Permanente de Brasil junto a Naciones Unidas en Nueva York, en la Embajada de Brasil en Montevideo, en la Misión Permanente del Brasil en Ginebra y en la Misión Permanente del Brasil frente a la Organización Mundial del Comercio.
Su destino previo a su llegada a Paraguay fue como embajador del Brasil ante Singapur. En Brasil ocupó cargos de Jefe de la División de Agricultura y Productos de Base y director del Departamento de Mecanismos Interregionales. Además del portugués, habla fluidamente español, francés e inglés.